El filme nominado a 8 estatuillas para los próximos Premios Oscar (entre ellos a Mejor Película) relata el ascenso del icónico cantante Bob Dylan y su transición desde el folk al rock. Bajo la dirección de James Mangold, la biopic se basó para el guion en el libro Dylan Goes Electric!.
El filme está protagonizado por Timothée Chalamet (detrás de James Dean, es el segundo actor más joven en estar 2 veces nominado al Oscar) en una sobria pero esmerada actuación, Chalamet da vida a Robert Allen Zimmerman aquel joven músico de 19 años desde su llegada al West Village desde Minnesota, cuyo nombre artístico llegaría rápidamente a ser Bob Dylan.
El filme se centra entre 1960 y 1965, en aquella efervescente Nueva York. En ese sentido, se destaca la brillante dirección de arte a cargo de François Audouy, quien no dejó pasar ni el más mínimo detalle llevando así al espectador a un viaje casi perfecto por el ambiente de la contracultura que ya se hacía sentir en esa época, donde las protestas sociales en las calles eran moneda corriente.
El filme si bien se centra en una muy acotada etapa artística de Dylan, permite poner en valor el peso artístico del cantautor quien logró hacer valer sus convicciones, no solo desde sus letras contestatarias al sistema, sino también saliendo del encasillamiento del folk, animándose a los instrumentos eléctricos para así convertirse en la estrella mundial e ícono de la música.
El punto de ruptura será en 1965, en el marco de su presentación en el Newport Folk Festival donde a pesar de los abucheos de un público fanatizado por el folk, logra imponer su visión de la música.
La película si bien tiene una duración de 2 horas 21 minutos, se hace muy ágil y entretenida, con pinceladas de humor, romances (donde se muestra el encuentro amoroso-musical con la ya famosa Joan Baez) los sinsabores de la industria musical (peleas de representantes de sellos musicales) y melodías icónicas como A Hard Rain’s a-Gonna Fall y Like a Rolling Stone, entre otras.
Los puristas de Dylan seguramente no estarán del todo satisfechos con este nuevo filme porque si bien recoge la esencia de los inicios del cantautor, deja muchas aristas sin contar de este genio del mundo de la música y primer compositor ganador del Premio Nobel de Literatura.
James Mangold en Un completo desconocido focaliza en el vínculo de Bob Dylan con Woody Guthrie (Scoot McNairy) y con Pete Seeger (Edward Norton) dejando casi de lado a Johnny Cash y eliminando en esta historia a la icónica figura del folk Ramblin’ Jack Elliott con quien -sabido es- Dylan mantuvo un gran vínculo desde sus inicios, y es considerado el mentor de Dylan en los comienzos de su carrera artística.
Cabe destacar el compromiso del actor protagonista con esta historia. Chalamet estuvo unos tres años preparándose para este filme, y un punto a destacar es que canta e incluso toca los instrumentos.
En síntesis, una biopic recomendable para quienes vivieron los albores de Dylan y para las nuevas generaciones que descubrirán -si aún no lo hicieron- a uno de los músicos más talentoso de todos los tiempos.